#LaColumnaDelAprendiz | «Antes del neón era solo correr»


El Gran Turismo era la cumbia a la hora de hacer carreras

Era como el 2000 o 2001, mi memoria falla constantemente y este puede ser uno de estos momentos. Tenía una PSOne a mi disposición y un día alguien llegó con un CD blanco escrito con una especie de plumón “Gran Turismo”; les puedo decir que no me llamó la atención, pero esa persona venía tan motivada que empezamos a jugar.

Ese modo simulación donde había que comprar un auto usado (acá de preferencia era el Honda Prelude 94 VTEC), sacar licencias empezar a correr, en fin, hacer un especie de carrera como piloto profesional. Eran horas de juego interminables, a medida que avanzabas más querías correr. Sí, finalmente me envicié y pasé horas corriendo. Los 300 kilómetros de Grand Valley Speedway eran 60 vueltas a un circuito, con desgaste de neumáticos (lo más brígido de la época), y ahí tenías que estar corriendo, sin parar y con todo lo que eso significaba. Inolvidable “Felipe, cabro tal por cual, ¿hasta qué hora estás pegado en esa caja de idiotas?” Cómo explicarle a mamá que podría ganar plata con eso, hace 20 años era impensado.

Ese fue el primer acercamiento a los autos de carreras, a modificar un auto y poder ajustarlo a la pinta de cada uno. La suspensión, los frenos, el computador y el turbo, que podía distorsionar todo. El ejemplo más claro era un Mitsubishi GTO 92 al que uno le compraba este implemento y alcanzaba los 903 caballos de fuerza (¡de dónde sacaste eso, hermano!). Se puede comprobar, eh! No es joda!

Aquí está full preparado hasta con la pintura de auto de carreras, algo distorsionado todo.

Aquí no hay Roberto Carlos o alguna clave para poder resolver los problemas del juego, solo era destreza, la cual corriendo varias horas al día podías adquirir a un costo elevado de la cuenta de luz y con varios improperios de la familia, en especial la mamá.

Después de eso hubo una saga de este título, es más yo ahora en el re encanto con los juegos estoy corriendo en el GT Sport, pero ya perdí toda la magia y soy del montón para atrás. Incluso perdió terreno con los Need For Speed (ya prepararemos un texto con uno de esos, caviar puro). Vuelvan a encantarse con este juego, vuelvan al origen de todo, incluso admirado en la primera “Rápido y Furioso”.

Sí, aquí está

Por eso es que antes de los neones, los enchulados, los pimp my ride y esas cosas, estaba esto, era solo correr, era solo ser feliz con un control, aunque el costo fuera un par de insultos de alto calibre familiar. Créanme, valió la pena ver el final.

Nota cumbión (De 1 a 5): 
4 altas cumbias, pero no llega al climax.


Publicado: marzo, 2019


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