#LaColumnaDelAprendiz | «El día que Castolo apareció en mi vida»


Winning Eleven 2000 U23, un juego que cambió la mirada del mundo del fútbol en Play Station.

Como siempre en mí vida llego tarde, llegué tarde a la repartición de talentos, llegué tarde a más de alguna prueba o entrevista de trabajo y acá llego a placé con este manifiesto. Llegué 19 años tarde, seguro que muchos de ustedes no saben de este juego o lo reconocen como ese donde ponías a Roberto Carlos como delantero. Se trata del primer juego que llegó a Chile con los nombres oficiales de la selección, los relatos hablaban de “Savas” o Zamorrano”; ese juego era muy especial. Les hablo del Winning Eleven (el hermano mayor del PES y algo así como un hijo de los ISS, una joya suprema de Konami) en este caso una versión especial, el WE 2000 (lanzado el año 2001) con el torneo olímpico incluido.

Este fue el primer juego donde muchos pudimos ver a nuestra selección con sus nombres originales, aunque narrados en japonés por un crack llamado Jon Kabira (si se animan a jugarlo, escuchen sus relatos de gol con diferentes selecciones, caviar puro).

Hay que entender que Chile salía poco y nada en los videojuegos hasta este momento y cuando aparecía era un equipo bien modesto con unos nombres poco cercanos a nuestra realidad. En este juego, 100% en japonés, inentendible por momentos, Chile tenía un equipo de la media hasta llegar a la delantera; los Za-Sa en su mejor momento, Salas un jugador superlativo y Zamorano un gran delantero.

Podías, como en ningún otro juego en la historia, jugar dos torneos con la “roja” como el Mundial y los JJOO con una sub 23 que hacía la pelea a gran nivel. Héctor Tapia, Rodrigo Nuñez, el “Huaso” Álvarez y David Pizarro, con ellos en el equipo podías enfrentar a selecciones que tenían a unos jóvenes Pirlo, Ronaldinho, Nakamura, Kewell, Xavi por nombrar algunos. Por si fuera poco, traía la liga master, 24 equipos y uno partía con un equipo limitado (por no decir julero) donde la estrella era Castolo (mira ese nombre, hermano) un delantero “brasileño” de poca calidad y escaso finiquito que te hacía pasar más rabias que alegrías. Acompañado por Ximelez, Espimas, Barota, Ivanov por nombrar algunos, puras estrellas en cualquier equipo que juega en un tierral perdido del mundo, pero que no daban el ancho para la liga master.

Podría estar la vida contándoles de este juego, donde Chile era más que una bandera perdida con una estrella, donde conocí lo que era perder una copa en alargue por primera vez o perdí un ascenso por diferencia de goles. Este juego va más allá de la leyenda, Roberto Carlos delantero (algo que es cómo usar al Barcelona el día de hoy en cualquier juego de futbol), es magia pura con gráficos de hace 18 años, en fin.

Dicen los abuelos que todo tiempo pasado fue mejor, en este caso así parece. De repente desempolvo la PS1, quemo un CD y lo juego, salgo campeón de algunos torneos y listo, me re encanto con la vida. Es lo más cercano a un época tan linda y simple que seguramente por eso me llena. Y aunque llegue 19 años tarde, nunca será tarde para rendirle homenaje y declararlo como el mejor juego de fútbol de la historia, podrán mejorar las gráficas y las licencias pero esos rostros cuadrados, jamás serán superados.

Al que quiera su imagen ISO o su versión en CD puede pedirla.

Nota cumbión (De 1 a 5):
5 cumbias y capaz me quede corto.


Publicado: marzo, 2019


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