¿Qué está pasando en Activision Blizzard? Claves para entender el conflicto de la compañía


En Activision Blizzard las cosas no han estado muy bien en los últimos meses. Luego de que la compañía fuese acusada de fomentar prácticas de acoso y discriminación hacia las trabajadoras, todo ha ido en declive.

Durante una entrevista con The Financial Times, Fran Townsend, directora de cumplimiento dentro de la organización de videojuegos indicó que 20 personas fueron sancionadas como consecuencia de las investigaciones internas que realiza la empresa para destapar más casos de persecución y asedio en el estudio.

«No importa cuál sea tu rango, cuál sea tu trabajo. Si ha cometido algún tipo de mala conducta o es un dirigente que ha tolerado una cultura que no es coherente con nuestros valores, vamos a tomar medidas», indicó.

En este sentido señaló que se expulsó a 20 trabajadores, mientras otros 20 fueron objeto de medidas disciplinarias.

Esta acción de la compañía llega en un momento cumbre para la empresa, quien no ha podido ver luz desde que explotó el escándalo.

Claves para entender el conflicto en Blizzard

El pasado mes de julio se destapó la olla y la desarrolladora responsable de Call of Duty y World of Warcraft recibió una demanda por parte del Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California, en donde se les acusaba de fomentar en la organización una cultura de fraternidad, menospreciando a las trabajadoras, además de ofrecer salarios desiguales y tratos diferentes.

En esa oportunidad, Activision negó todo a través de un comunicado, señalando que «valoramos la diversidad y nos esforzamos por fomentar un lugar de trabajo que ofrezca inclusión para todos».

Ciertamente la compañía trataba de limpiar su imagen, pero en el papel las acusaciones indicaban otra cosa. Solo entre 2018 y 2020 tres ejecutivos de Activision fueron desvinculados por comportamientos similares a los explicados en la demanda.

“Las trabajadores de ‘World of Warcraft’ notaban como sus compañeros masculinos trataban de ligar con ellas, les hacían comentarios denigrantes sobre violaciones y otros comportamientos denigrantes”.

Quien fuera el presidente de Blizzard para el momento en el que explotó el escándalo, J. Allen Brack, abandonó su cargo, enviando un correo masivo en donde se comprometía con los trabajadores para responder todas sus dudas y poder seguir adelante. Esto no fue muy bien visto por los empleados.

Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue el mensaje que les llegó por parte de Fran Townsend, en donde en tono amigable pidió que se unieran para apoyar a la compañía; aunado a ello, sostuvo que la demanda del Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California promovía “una imagen falsa de la empresa con narraciones viejas, incorrectas y fuera de contexto”.

Mala idea por parte de Activision Blizzard. El correo generó mucha inconformidad en la fuerza laboral y más de 3.000 trabajadores firmaron una carta dirigida a la compañía en la que pedía respeto por las víctimas.

Con la investigación en curso y las aguas turbias dentro de la organización, un nuevo organismo se sumó al conflicto, agitando un poco los ánimos de la empresa, especialmente de los altos directivos, quienes pasaron a ser un foco principal en el problema. Hablamos en este sentido de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).

El ente no solo llegaba para esclarecer lo que estaba pasando en los últimos dos años de trabajo, sino que además pidió archivos personales de algunos extrabajadores y los registros de comunicaciones del CEO de Blizzard Bobby Kotick, por presuntamente estar involucrado en los hechos explicados en la demanda inicial.

Cuando todo parecía que no podía ponerse peor para Blizzard, la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de los Estados Unidos (EEOC) hizo lo suyo y entró a la batalla legal, alegando un ambiente laboral tóxico dentro del estudio.

La nube negra se posó nuevamente sobre la empresa; esta vez para salir airosos y evitar que el caso avanzara más allá, Activision se comprometió en crear un fondo de apoyo de 18 millones de dólares destinado para todas las víctimas de acoso y discriminación.

Por el momento, el conflicto sigue su curso y las investigaciones no han parado. Habrá que esperar a que los entes involucrados emitan su veredicto y los responsables reciban su merecida sanción.


Publicado: octubre, 2021


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